Valtravieso, según David Seijas, sumiller del restaurante El Bulli y de Bulli Foundation, Nariz de oro 2008 y Premio Nacional de Gastronomía 2010: Palabras mayores, llega el Reserva de Valtravieso. Un gran vino para acompañar las grandes mesas y, ¿porqué no?, para darse uno mismo un homenaje. Un vino serio y potente, pero fresco gracias a su acidez. Una acidez que es fruto de la altitud de sus viñedos y los suelos pobres, pedregosos y calizos.

La nariz nos recuerda a los frutos negros muy maduros y a ciruelas. Compotas y bayas como la mora negra, ligeros recuerdos vegetales varietales y una sorprendente nota de grosella verde. Lo acompañan las golosas notas de toffee y bombón inglés, que denotan su gran madurez. La complejidad del vino no para de regalarnos más y más aromas una vez se va abriendo el vino, como las notas de hojas de tabaco y cedro, y una genial madera fundida lo ensambla a la perfección.

La boca tiene de todo: gran textuta, casi como la del queso compté. Envolvente, peso, volumen, y como siempre, una magnífica acidez. Sensación de terrosidad, compacto y con un gran recorrido y profundidad. Taninos bien trabajados, listos para beber, pero preparados para evolucionar bien en el tiempo, donde puede ganar en complejidad y finura.

La crianza en maderas y posterior descanso en botella permiten que el vino esté ya listo, pero sobradamente preparado para el futuro. Lo podéis beber hoy o guardarlo tranquilamente para que vaya ganando en matices… yo aconsejo que hagáis las dos cosas. Una botella para hoy y una para guardar.

Crianza:

Barricas de roble francés más de 18 meses.